Es bastante probable que nunca hayas escuchado el nombre de Begoña Cortés. Tampoco la conocía Samaj Moreno, director de cine y escritor afincado en Ibiza, que, por pura casualidad, leyó su historia en el diario Menorca.info en 2023 y se quedó atrapado por ella. Sobre todo por la honestidad de la protagonista, que rechazó estar en el foco y decidió, conscientemente, quedarse en Menorca, en Ciutadella, con su familia y sus amigos de toda la vida.
Begoña Cortés se proclamó, con solo 17 años, Campeona Mundial de Bola 8 absoluto de 1996. Hablando de un deporte mayoritariamente masculino, por un momento, la atención internacional estuvo sobre una menuda adolescente menorquina.
Samaj Moreno supo enseguida que quería conocer su historia pero no estaba seguro de si escribir un libro o embarcarse en un documental. Se decantó por lo segundo después de visitar a Cortés en Menorca. La dama del pool es el resultado

«Para mí, la motivación principal de hacer este documental, que se emitirá en IB3, fue que Begoña Cortés decidiese rechazar el éxito o, más bien, ser honesta consigo misma y reconocer que, para ella, el éxito era estar en Menorca con su familia», reflexiona Moreno.
La historia de la primera mujer española (y europea) en ganar un campeonato del mundo llevó a Samaj a hacer pesquisas y a documentarse porque para él el mundo del billar era algo absolutamente desconocido.
En 2024 y a través del director de Menorca.info, Josep Pons Fraga, consiguió el contacto de Begoña Cortés y la llamó. «Es una persona maravillosa. Me invitó a su casa y me explicó su historia. Enseguida me dijo que tenía un montón de vídeos VHS que había grabado su padre de aquellos años y también varios albumes de fotos. Ahí ya vi claro que sería un documental», relata el director. Haciendo gala de una confianza y una generosidad que Samaj Moreno califica como «muy menorquinas», Cortés le dejó todo ese material y Samaj Moreno se sumergió de cabeza en él. Aprendió los secretos del billar para entender mejor la carrera y trascendencia de lo que había hecho esta joven menorquina con 17 años y puso en marcha la agenda de personas a entrevistar. Pero llegó un revés.

Begoña Cortés se alejó de los focos por un motivo y la idea de volver a estar en ese foco no le agradaba. Le dijo a Samaj Moreno que se echaba atrás y que no habría documental. «Lo viví como un mazazo. Llevaba un año con ello pero, mientras estaba trabajando en el proyecto, ella se lo había pensado mejor», recuerda.
Samaj le dijo que tenían que hablar y ella le respondió que no cambiaría de opinión, pero esa conversación fue fructífera y le planteó que le pasaría previamente el documental terminado para que ella le diese (o no) el visto bueno y que huiría de todo sensacionalismo. «También le dije que no soy Álex de la Iglesia [ríe Samaj], dejándole claro que tampoco iba a estar tan en el foco porque saliera ahora la luz su historia». Confiando en su proyecto, el director lo sacó adelante y el día en que le entregó el disco duro a Begoña Cortés para que lo revisara solo pudo cruzar los dedos. La respuesta de Begoña fue: «es fantástico, nos hemos emocionado en casa, adelante».

Así que ya podía salir a la luz la historia de Begoña, que es, desde luego, digna de novela, ensayo o de película, sobre todo por ese rechazo al éxito tan consciente y respetable.
La historia
Begoña Cortés pasó su adolescencia en el Club de Billar Las Vegas de Ciutadella (en la calle Ibiza), que era de sus padres y pionero en la isla. Menuda, casi no llegaba a la mesa, desarrolló una técnica sencilla pero eficaz con la que alcanzaba todos los rincones.
Jugaba mucho, sin presión, solo para evadirse y pasar el rato pero, Begoña tenía un don y, además, trabajaba y entrenaba mucho. La inscribieron en torneos… y machacaba a todos los demás con facilidad y, poco a poco, torneo a torneo, desde Menorca al nacional, llegó al Mundial de Las Vegas en 1996.
Ganó el Mundial de Bola 8 absoluto, dejó impactado a medio mundo y durante ese año y el siguiente tuvo mucho recorrido y fama pero, a pesar de que le ofrecieron una beca en Las Vegas, escogió lo que para ella era el éxito: estar en Ciutadella y vivir tranquila. En el documental reconoce que quedó tan saturada que incluso dejó el billar, aunque hace unos años compró una mesa en la que juega con amigos y familia, sin presiones.
«Eso ha sido lo que más me ha interesado de la historia, lo que más ha conectado con mis intereses. Para ella el éxito es estar con su gente, su don o su virtud no le hicieron perder esa honestidad consigo misma y saber que no quería estar en el foco», reflexiona el director Samaj Moreno que ha producido y dirigido el documental La dama del pool junto con un pequeño equipo y que, después de venderlo a IB3, espera que se emita pronto y que tenga recorrido.
