La huelga marca el primer día del curso escolar en las Pitiüses

@D.V./ En Twitter, el hastag que han creado los partidarios de la huelga es #avuinoesundianormal. Y, aunque este primer día del curso escolar 2013-2014 ha sido absolutamente ‘normal’ en el sentido que no se ha producido ninguna incidencia resañable, lo cierto es que nadie ha podido obviar la existencia de un conflicto enconado, real, que ha provocado una fractura severa y ante la cual todos los padres también se han posicionado.

Así, durante la jornada de hoy algunos institutos han amanecido con carteles reivindicativos, como el IES Sant Agustí o el IES Quartó de Portmany de Sant Antoni, en el que los docentes han asistido a clase con las camisetas verdes que se han convertido en el emblema de la lucha en favor de la educación pública; en el colegio de Sant Rafel el verde también ha sido el color distintivo de los docentes y los carteles reivindicativos indicaban a las claras el conflicto entre docentes y Conselleria; en el IES Balàfia, además de los carteles, los profesores han repartido información a los padres acerca de sus motivos para ir a la huelga. En Can Guerxo también se han instalado mesitas con folletos informativos, mientras que en el IES Isidor Macabich las protagonistas han sido las pancartas reivindicativas.

Incluso en los centros educativos donde no había signos visibles del conflicto laboral -sin pancartas, ni mesitas reivindicativas, ni camisetas verdes- como en el colegio Sa Graduada, la huelga del personal docente ha monopolizado la conversación en todos los corrillos de padres que llevaban a sus hijos a escuela.

“Entiendo los motivos de los huelgistas, pero que no haya clase es un auténtico problema para los padres que trabajamos” comenta Francisco, cuyo hijo estudia tercero de primaria. Victoria también es madre de una niña de tercero de primaria, y pide que se realizen clases extraordinarias, fuera de las horas lectivas, para recuperar las clases de los días perdidos por la huelga: “Lo que no quiero es que en esta huelga los perjudicados sean nuestros hijos”, afirma. Esta madre también se muestra crítica con la manera como se está introduciendo el inglés en las aulas: «Mi hija todavía no sabe qué asignaturas hará en inglés. De hecho, como nuestros libros de texto son de reciclaje, ni siquiera los tenemos todavía. Nos lo darán hoy».

No obstante, es empezar a hablar de la TIL y de la huelga y más padres se añaden a la conversación, y el debate -apasionado pero civilizado- se desencadena. “Los niños a esta edad son esponjas. No puede ser que acaben la escolarización y no sepan inglés. El inglés es indispensable”, comenta un padre partidario del TIL. “¡Que curioso!” rebate una madre, “antes decíais que la culpa del fracaso escolar era del catalán, que los niños no podían estudiar con dos lenguas. Y ahora defendéis que estudien con tres. No hay quien os entienda”. El debate está servido.

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