Noudiari.es
  • Local
    • Local
    • Santa Eulària
    • Sant Joan
    • Sant Antoni
    • Formentera
    • Sant Josep
    • Vila
  • + Pitiüses
  • Deportes
    • Fútbol
    • Baloncesto
    • Atletismo
    • Balonmano
    • Natación
    • Motor
    • Tiro con arco
  • Opinión
    • Cartas a noudiari
    • Columna
  • Cultura
    • Libros
    • Música
    • Llibres curiosos
    • Paraules Nostres
    • Cine
    • Cómics
  • Empresas
Sin resultados
Ver todos
Sin resultados
Ver todos
Noudiari.es
Sin resultados
Ver todos

Ronda nocturna contra la exclusión social

Por David Ventura
7 enero 2013
en Local
4
0
Compartido
Share on FacebookShare on Twitter
Furgoneta de la Cruz Roja efectuando el reparto de comida. Fotos: D.V.

Por D.V: Mientras prepara la sopa de pollo con fideos, la mirada de Mercedes Serra, voluntaria de la Cruz Roja, se torna pensativa: “Cuando empecé con esto, no podía dormir. Llegaba a casa, salía al balcón a fumar y me pasaba toda la noche dándole vueltas a la cabeza. Pensaba en toda esa gente y me preguntaba sin cesar: ‘¿Qué puedo hacer? ¿Qué puedo hacer?”. Cuando habla de toda esa gente se refiere a los que viven en la calle, a los que han tocado fondo, los que se sitúan en la zona de sombra que dibuja la exclusión social.

Mientras se prepara un termo de tres litros de cacaolat caliente, le pregunto a Flora Aznar, trabajadora de la Unidad de Móvil de Emergencia Social (UMES) de la Cruz Roja, qué condición tienen que cumplir las personas que quieran recibir esta asistencia: “Ninguna”, responde. “En la UMES atendemos a todo el mundo. En el albergue municipal, por ejemplo, se les pide a los usuarios que no beban, lo cual es lógico. En Eivissa falta un centro de baja exigencia, un lugar donde puedan ir los días de frío la gente que usualmente no se deja ayudar o que tiene adicciones”.

En su ronda nocturna, todos los lunes, miércoles y viernes, esta trabajadora de Cruz Roja y dos voluntarios -Mercedes y Octavio- reparten comida caliente, mantas, consejos y un poco de conversación a la gente que duerme en la calle. A todos ellos se los intenta identificar para mantener un censo estable de la exclusión. Se calcula que, en Eivissa, 70 personas duermen habitualmente en la calle, y que unas 300 lo hacen de manera ocasional o intermitente.

Un hogar entre ruinas, pero un hogar
A las ocho y media de la tarde, la furgoneta de la UMES abandona el edificio de la Cruz Roja de la avenida España de Vila y se dirige a una obra abandonada, un edificio a medio construir, una ruina arqueológica de la era de la burbuja inmobiliaria. Entre las patas del edificio viven una docena de personas. Algunas de ellas salen cuando ven la llegada de la furgoneta. El primero de ellos es José, hoy es su primera noche en la calle. Mientras bebe su vaso de sopa caliente, nos cuenta su vida: es chapista y está en el paro, confiesa que “ha bebido un poco” y que su compañera se ha hartado de él y le ha echado de casa. ¿Está casado? Sí, tiene exmujer e hijos pero viven en Valencia, no pudo firmar el paro “porque me dijeron que tenía que hacerlo por internet y los ordenadores no los entiendo” y le han sancionado con un mes sin prestación de desempleo, porque cuando uno cae en la desgracia parece que todas la desgracias se acumulan y un tropiezo conduce a otro y al final llegas a la conclusión que eres clavo y tu destino es recibir martillazos.

“Lo de la comida y las mantes, en el fondo, es una excusa”, comenta Flora Aznar, “es el señuelo para intentarlos ayudar. Cuando tienen que hacer trámites administrativos o sanitarios se confunden. Ayudamos en lo que podemos. Les acompañamos al centro de salud, a la oficina del desempleo, a renovarse la documentación, los derivamos a servicios sociales, o les indicamos donde se pueden tratar de su adicción. A veces, principalmente, les damos compañía”.

Mercedes, voluntaria de la Cruz Roja, charlando con Julio y Susi.

También se han acercado Susi y Julio, que viven en el interior del edificio abandonado desde el verano. Ella es exheroinómana pero lleva dos años sin consumir. Él es pintor en paro. Me muestran su hogar: gracias a cartones, cristales y algunos muros de la obra se han podido construir una especie de hogar que calientan con una estufa de leña e iluminan gracias a una bombilla unida a una batería. Incluso tienen agua, pero deben ducharse con agua fría. Es un hogar. Un hogar peculiar, precario, paupérrimo, pero un hogar, y ellos sonríen. “En esta obra vivimos unos doce. Somos como una gran familia. Nadie se mete con nadie” afirma Susi, que cobra una pequeña pensión por invalidez mental, aunque afirma que se encuentra bien y con ganas de vivir. La vida sería maravillosa si, además, su compañero Julio encontrara un trabajo estable: “Yo soy pintor pero haga lo que haga falta. A veces hago unas horitas por aquí, a veces un encarguito por allá”. Sonríe. Todavía les quedan fuerzas para mantener una ilusión por el futuro.

Historia de dos clochards
Prosigue la ronda. Mercedes tiene en su cabeza el mapa con todos los lugares donde hay gente viviendo en la intemperie: “En una caseta de obra, en Platja d’en Bossa, vive una chica. Hay un grupo de tres en una pequeña cueva en el Puig des Molins. Hay dos que duermen en el cajero de la Banca March en Bartomeu Rosselló…”. Ahora nos dirigimos hasta la plaza del Parque, punto de encuentro habitual para las personas sin techo. Esta noche, sin embargo, la gente tarda en aparecer. Finalmente vemos la silueta inconfundible de Christian, un hombre de unos cincuenta años, pelo sucio, barba salvaje y ropa oscura, gastada y sucia. Christian tiene la mirada turbia y cansada, y huele a pobreza. Mercedes me cuenta que casi siempre va borracho pero hoy, en cambio, parece sobrio: “Hoy vino no”, nos dice el mendigo. Christian es alemán y se define a sí mismo como un clochard. Con un español precario me cuenta su historia, que se puede resumir en una especie de catàstrofes continuadas: todo el mundo le engaña, todo el mundo le roba. El último episodio: otro mendigo le ha robado la radio. Sin embargo, no parece muy preocupado. Toma un trozo de bizcocho y un croissant y lo come con placidez.

“Con el paso de las semanas, los van conociendo a todos y ellos te conocen a ti”, comenta Flora, “y a veces se establece una relación de amistad. Algunos se dejan ayudar más, otros menos. Muchos de ellos no hablan con nadie en todo el día, y eso es durísimo, te acabas volviendo loco”. Mercedes reflexiona también sobre todas las historias que ha conocido: «Salir de la calle es muy complicado. Si son jóvenes, hay esperanza en que todavía puedan dar un volantazo a su existencia; pero con la gente mayor es muy complicado, ya han tirado la toalla».

Christian y Julius cenando.

Poco después aparece Justus. También es alemán, vive en la calle, su ropa está gastada y ha perdido algunos dientes, pero su aspecto es limpísimo e impecable, un dandi en la indigencia. Con la barba arreglada y sus gafas de pasta, nos mira con timidez y acepta un colacao y un trozo de pizza. En la espalda carga una mochila de la que asoma el arco de un violín. “Justus, ¿nos podrías tocar algo?”, le dice Mercedes. Él sonríe y accede a nuestra petición: agarra el violín, respira hondo y empieza a frotar el arco sobre las cuerdas. Las notas suenan quejumbrosas. No tengo ni idea de violines, pero diría que toca bien. Justus toca un villancico. Estamos junto a las murallas iluminadas de Dalt Vila y en la plaza del Parque todavía cuelgan las luces de navidad. Sé que jamás olvidaré este momento. Como si se tratara de un cuento de Dickens o de Andersen, aquí termina esta historia.

Noticia anterior

David Torres: «Entrenar al Isleño es un reto ilusionante»

Siguiente noticia

Sant Rafel, Sant Mateu y Santa Agnés contarán con sus propios Planes Especiales

RelacionadoNoticias

Los hoteleros de Ibiza piden a su federación «más ruido» contra la subida de la ecotasa

UGT pacta una subida del 13,5 % con la patronal hotelera y desconvoca la huelga

30 junio 2025
Bañistas ignoran la prohibición y saltan la valla de Sa Caleta, cerrada por peligro de desprendimientos

Policía Local identifica y sanciona a bañistas que saltan el ‘prohibido por desprendimientos»

30 junio 2025
Un hotel de Ibiza ofrece 200 euros a sus empleados por «captar» trabajadores entre sus contactos

UGT convoca una huelga en la hostelería para cinco días con movilizaciones en Ibiza

30 junio 2025
Ibiza en modo verano: dos cruceros coinciden y llenan la ciudad en abril

Tres días seguidos de alerta por ola de calor: así empieza julio en Ibiza y Formentera

30 junio 2025
Siguiente noticia

Sant Rafel, Sant Mateu y Santa Agnés contarán con sus propios Planes Especiales

Comentarios 4

  1. Pilar says:
    12 años atrás

    Pues sospecho que no, que no termina aquí la historia; que es una de esas historias interminables como un Día de la Marmota, pero me ha encantado que la contaras y también mucho tu manera de hacerlo.

    Responder
  2. Pere Bambu says:
    12 años atrás

    i necessiten més voluntaris? es pot fer alguna aportació d’aliments, roba, flassades…? Ja som soci de sa Creu Roja, però no se si es pot ajudar d’alguna forma més directe cap sa gent que més ho necessita a Eivssa.

    Responder
  3. Toni says:
    12 años atrás

    Gran feina de la Creu Roja.

    Responder
  4. Balanzator says:
    12 años atrás

    Molt bon reportatge

    Responder

Deja una respuesta Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Comentarios recientes

  • Mark en Vecinos al límite: cinco años de fiestas, allanamientos y actos vandálicos en una villa turística de Ibiza
  • Ipr en Vecinos al límite: cinco años de fiestas, allanamientos y actos vandálicos en una villa turística de Ibiza
  • Anonymous en David Guetta dice que este club de Ibiza es el mejor que ha existido nunca: «¡comprad vuelos a la isla!»
  • Luisluis en Vecinos al límite: cinco años de fiestas, allanamientos y actos vandálicos en una villa turística de Ibiza
  • Francis en Vecinos al límite: cinco años de fiestas, allanamientos y actos vandálicos en una villa turística de Ibiza

Lo más leído

  • Vecinos al límite: cinco años de fiestas, allanamientos y actos vandálicos en una villa turística de Ibiza

    Vecinos al límite: cinco años de fiestas, allanamientos y actos vandálicos en una villa turística de Ibiza

    0 Compartir
    Compartir 0 Tweet 0
  • Muere un hombre de 71 años ahogado en Platja d’en Bossa

    1 Compartir
    Compartir 0 Tweet 0
  • Dos heridos graves en un accidente frontal en la carretera de Santa Eulària

    0 Compartir
    Compartir 0 Tweet 0
  • Tres denuncias por chárteres náuticos ilegales y obstrucción a los agentes en ses Salines de Ibiza

    0 Compartir
    Compartir 0 Tweet 0
  • Multado con 10.000 euros por abandonar a su perro

    0 Compartir
    Compartir 0 Tweet 0

Archivos

AVISO LEGAL Los contenidos generados por Noudiari se encuentran bajo CC BY-NC 3.0 ES Noudiari.es, Av. de Santa Eulària nº 17 escala D oficina 15D, Illes Balears redaccion@noudiari.es Noudiari es un proyecto de La Pitiusa de Internet SL, NIF B57810103. Política de cookies y Declaración de privacidad Hecho con Wordpress

Gestiona tu privacidad

Para ofrecer las mejores experiencias, nosotros y nuestros socios utilizamos tecnologías como cookies para almacenar y/o acceder a la información del dispositivo. La aceptación de estas tecnologías nos permitirá a nosotros y a nuestros socios procesar datos personales como el comportamiento de navegación o identificaciones únicas (IDs) en este sitio y mostrar anuncios (no-) personalizados. No consentir o retirar el consentimiento, puede afectar negativamente a ciertas características y funciones.

Haz clic a continuación para aceptar lo anterior o realizar elecciones más detalladas. Tus elecciones se aplicarán solo en este sitio. Puedes cambiar tus ajustes en cualquier momento, incluso retirar tu consentimiento, utilizando los botones de la Política de cookies o haciendo clic en el icono de Privacidad situado en la parte inferior de la pantalla.

Funcional Siempre activo
El almacenamiento o acceso técnico es estrictamente necesario para el propósito legítimo de permitir el uso de un servicio específico explícitamente solicitado por el abonado o usuario, o con el único propósito de llevar a cabo la transmisión de una comunicación a través de una red de comunicaciones electrónicas.
Preferencias
El almacenamiento o acceso técnico es necesario para la finalidad legítima de almacenar preferencias no solicitadas por el abonado o usuario.
Estadísticas
El almacenamiento o acceso técnico que es utilizado exclusivamente con fines estadísticos. El almacenamiento o acceso técnico que se utiliza exclusivamente con fines estadísticos anónimos. Sin un requerimiento, el cumplimiento voluntario por parte de tu Proveedor de servicios de Internet, o los registros adicionales de un tercero, la información almacenada o recuperada sólo para este propósito no se puede utilizar para identificarte.
Marketing
El almacenamiento o acceso técnico es necesario para crear perfiles de usuario para enviar publicidad, o para rastrear al usuario en una web o en varias web con fines de marketing similares.
Estadísticas

Marketing

Características
Siempre activo

Siempre activo
Administrar opciones Gestionar los servicios Gestionar {vendor_count} proveedores Leer más sobre estos propósitos
Administrar opciones
{title} {title} {title}
Sin resultados
Ver todos
  • Local
    • Local
    • Santa Eulària
    • Sant Joan
    • Sant Antoni
    • Formentera
    • Sant Josep
    • Vila
  • + Pitiüses
  • Deportes
    • Fútbol
    • Baloncesto
    • Atletismo
    • Balonmano
    • Natación
    • Motor
    • Tiro con arco
  • Opinión
    • Cartas a noudiari
    • Columna
  • Cultura
    • Libros
    • Música
    • Llibres curiosos
    • Paraules Nostres
    • Cine
    • Cómics
  • Empresas

AVISO LEGAL Los contenidos generados por Noudiari se encuentran bajo CC BY-NC 3.0 ES Noudiari.es, Av. de Santa Eulària nº 17 escala D oficina 15D, Illes Balears redaccion@noudiari.es Noudiari es un proyecto de La Pitiusa de Internet SL, NIF B57810103. Política de cookies y Declaración de privacidad Hecho con Wordpress