El discreto impertinente: De hacer el agosto por el morro, sin cotizar; por Julio Herranz

@Julio Herranz/ Qué rica serían Ibiza y Formentera (por fijarme sólo en lo próximo, claro), si todos cotizáramos por todo lo que produce algún beneficio económico a alguien. Eso está más claro que el agua clara; como lo está el que los responsables políticos encargados de hacer cumplir las leyes suelen hacer la vista gorda para no perjudicar, dicen con un cinismo ejemplar, a la economía local.

Pero ojos que no ven, porrazo que te pegas; pues esa ignorancia consentida es un delito por el que tenemos que pagar todos; más los del medio y los de abajo que los de arriba. Un razonamiento bien simple, que lo entendería un niño curioso, pero que nuestros representantes políticos nos escamotean con una retórica engañosa que hace sonrojar a las piedras. Venga palabrerío de camuflaje para aburrirnos hasta que desconectemos; venga el tú más, como si la culpa ajena les disculpase de la propia; vengan las herencias recibidas, como si ellos no fueran elegidos, precisamente, para corregirlas; y venga la estafa gorda por excelencia: que todos los programas electorales solo sirven para ganar elecciones, pero nunca para cumplirlos. Y si no pueden hacerlo por lo que sea, pues que dimitan y dejen el sitio (y el sueldo) a otros y otras con más capacidad, talento, imaginación o voluntad. Pero eso, ni muertas.

Venga palabrerío de camuflaje para aburrirnos hasta que desconectemos; venga el tú más, como si la culpa ajena les disculpase de la propia

Sí, ya sé, toda una impertinencia por mi parte aludir en plena canícula estival y en plena fiebre del oro fácil a los chanchullos de todo tipo, condición y color como abundan en nuestra realidad más real: cajas B, las economía sumergidas, trabajadores explotados con sueldos precarios y horarios cuartomundistas, precios de vip para servicios low class… El sálvese quién pueda, vamos; que no es cuestión de intentar poner orden y legalidad con estos calores y cuando estas  islas tienen todas las costuras a punto de reventar por el abuso de cuotas de gente soportable para la calidad de vida de los residentes, que son, mira por donde, los que después votamos a los que deberían velar por nuestros intereses y por la legalidad de todo lo que sucede en nuestro castigado territorio.

Pues como si quieres arroz, Catalina. Ibiza y Formentera vuelven a estar de moda en el mundo mundial gracias a una dudosa reconversión turística en algo que deslumbra a los nuevos ricos horteras  de todo el globo terráqueo sin más criterio de calidad que el brillo sin lustre, el ruido sin respeto al prójimo, una sensibilidad como la del caballo de Atila… En fin, todo eso que vemos por los sitios que todos sabemos y que nos hace, también, batir hasta nuestros propios records de esa lista negra conocida y reconocible de taxis y transportes piratas, trabajos piratas, servicios piratas, trabajadores y horarios piratas, sitios piratas, vicios piratas, putas de lujo piratas… Vale, vale, querido, corta el rollo, que no te conviene a tu edad una subida de tensión arterial y social.